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Músico

Un pianista del Cibao en el extranjero

La creatividad, la disciplina y la dedicación son las herramientas principales de Carlos Vargas, un joven talentoso nacido en Santiago

El Cibao es una zona minada de juventud talentosa que entrega su corazón para alcanzar los anhelos laborales y personales. Es el caso de Carlos Vargas, un artista del piano, que a los 28 años de edad ha logrado calar en el gusto popular de miles de personas de diferentes latitudes.

Entre muchas de sus cualidades, la que más le distingue es la humildad. Vargas inició su carrera artística a la edad de 6 años, en Bellas Artes, Santiago. Desde siempre mostró gran interés por el piano, pero fue a los once años que se dio cuenta de que su vida era la música, luego de participar de una competencia internacional en Cuba.

La formación académica fue su principal aliada. Realizó 8 años de estudio en el Instituto de Cultura y Arte en el cual formó la base de su carrera. Confiesa que cuando comenzó, jamás imaginó que a pesar de su constancia y permanencia, iba a sobrepasar los desafíos que existían en aquel momento, aunque reconoce que tuvo “una gracia que le favoreció”.

Ha participado en varios festivales y concursos de piano en los cuales ha sido reconocido. A los 17 años de edad fue aceptado como estudiante de licenciatura en Piano Performance en el Conservatorio de Boston con una beca completa, oportunidad que se convirtió en el “boom” de su carrera.

“Como estudiante fuí varias veces galardonado en la “Honors Competition” (competencia interna que se realiza anualmente en el Conservatorio de Boston), cinco veces finalista de la ‘Churchill Competition’ y ganador de la misma en el año 2006”, comenta el artista.

Los principios son difíciles Para Carlos Vargas, el momento más complicado fue separarse de su familia. Pero, con el transcurso del tiempo, se adaptó a su nuevo estilo de vida. “La carrera de la música es bien difícil, sobre todo, por los desafíos que existen hoy día. Me he sentido afortunado. Tuve la dicha de expandir mis amistades y ampliar mi horizonte musical”, expresa.

La base de su actual éxito es la perseverancia, el trabajo constante y las horas que diariamente dedica a sus proyectos, con mayor énfasis en el grupo Macondo Chamber Players.

Recorrido El pianista empezó a estrenar en escenarios internacionales de forma profesional en el año 2008, en la ciudad Rosario, Argentina. En esa ocasión fue invitado para la temporada artística del teatro El Círculo, junto al destacado artista Sebastián Plano. A partir de esa época, ha estado en otros países como: Francia, Austria, Turquía, Estados Unidos, Ecuador, Colombia y México. Vargas está consciente de que la música requiere entrega y pasión. “Esa idea del artista bohemio no es realidad. No funciona cuando se quiere dejar un legado con la música. Quizás se puede osar de ser un poco bohemio cuando se llega a la cima, aunque creo que no es posible”, aclara.

((Su vida de profesor En la actualidad, Vargas es profesor de la Facultad de Música del Conservatorio de Boston en Berklee y gestor de su proyecto musical ‘Macondo Chamber Players’. Le gusta ser maestro porque desde esa plataforma ha tenido la facilidad de impactar a más de trescientos alumnos y alumnas que han pasado por sus manos.

Otra experiencia grata es su participación como miembro de la facultad del Festival Internacional de Música de Esmeralda, que se realiza en Ecuador, en el cual la juventud tiene la oportunidad de interactuar y conocer a destacados artistas que de otra forma no sería posible.

Su sueño es traer el Festival Internacional de Música de Esmeralda al país, para que al igual que él, otros jóvenes de diferentes estratos sociales puedan vivir la experiencia y aprender técnicas que sirven para la vida artística.

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