El huerto casero, sustento y vida sana

Cultivar es una actividad beneficiosa para la salud física y emocional de las personas; cosechar los alimentos que luego se servirán en la mesa es una oportunidad para producir frutos saludables, asegurar el abastecimiento de la canasta familiar y sacar provecho al tiempo libre.

A pesar de que la agricultura ha significado un modo de subsistencia para la humanidad, en la actualidad esta práctica se percibe como algo ajeno a las actividades comunes de la fa- milia. La siembra se ha delegado a los sectores rurales, dejando de lado la posibilidad de trabajar la tierra y disfrutar las bondades de la naturaleza en cualquier localidad.

El agrónomo Rafael Tatis Cruz asegura que la mayoría de vegetales y víveres de consumo diario se venden cuatro veces más caros que el costo original.

Entonces surge la interrogante ¿qué pasaría si cada familia produce el 30% de los vegetales y alimentos que consume? El especialista en agricultura afirma que tener un huerto familiar garantiza la cosecha de frutos orgánicos, permite autonomía en la generación de insumos básicos y facilita el ahorro en los gastos de alimentación.

Plan de trabajo Para hacer un huerto solo se necesitan unos cuantos metros de tierra, una pala, un pico, regadera y dedicación, afirma Rafael Tatis Cruz, autor del libro “El Huerto Familiar”, una guía sobre cómo aprender a cultivar hortalizas y yerbas aromáticas para el autoconsumo.

Además de contar con estas herramientas, el agricultor debe realizar un plan de trabajo donde se contemplen los frutos, el tiempo y recursos que se necesitarán durante el proceso de siembra.

El siguiente paso es una excavación del suelo donde serán plantados los cultivos, esto aumenta la capacidad de las raíces para encontrar elementos nutritivos que ellas necesitan para crecer.

La preparación de la tierra debe estar seguida del suministro de agua de acuerdo a las necesidades de la planta.

PRODUCTOS Existe una variada gama de vegetales y frutas que harán del huerto un espacio colorido, pero al momento de elegir qué sembrar lo ideal es recurrir a plantaciones de fácil manejo en climas tropicales.

Otro factor que incide en la elección de los cultivos es la altura del terreno. Para suelos bajos los más favorables son el tomate, la cereza, el ají, la ahuyama y la lechuga, mientras que para suelos altos el brócoli, la coliflor, el ajo y la cebolla.

Cultivar la tierra para liberar el alma Lo que para muchos es una forma de suplir necesidades económicas y alimentarias, para otros es una terapia que trasciende lo físico; una muestra de afecto que inicia con el contacto entre las manos del sembrador y la tierra.

De acuerdo con el especialista en agronomía, Rafael Tatis, trabajar los huertos equivale a hacer ejercicios como correr, nadar o montar bicicleta; a través de los cultivos el sembrador se pone en sintonía con la energía de la tierra.

Según el agricultor Roberto de Jesús, hacer un huerto es experiencia liberadora, capaz de generar estados de ánimos positivos y motivar sentimientos como la esperanza y la gratitud.

Desde niña, Arelis Puntier estuvo rodeada de plantaciones de tomate, ajíes y berenjenas.

Para ella hacer hortalizas, más que un trabajo, es una forma de salir del estrés y olvidar los problemas.

Por una cultura de huertos El vínculo del ser humano con la tierra debe iniciar desde la infancia, es importante que los infantes aprendan a sacarle provecho a la naturaleza sin ser agresivos con ella, asegura la educadora Erika Pérez.

“Si quiere tener hijos sensibles con la madre tierra se debe sembrar hierbas aromáticas y plantas ornamentales en los entornos del hogar y hacer que los hijos e hijas sean partícipes de su cuidado”, sugiere Puntier.

La maestra Pérez considera que las escuelas cumplen un papel importante en la formación y la creación de sensibilidad de los infantes sobre la naturaleza.

Importancia Hacer los drenajes del terreno y tomar en cuenta el clima, el tipo de suelo y los factores de riesgos que puedan impedir el éxito de las cosechas.

Tatis Cruz indica que ante cualquier situación siempre hay oportunidad de sembrar y que no existen suelos desfavorables sino faltos de trato.