Barberos, estilistas y maquillistas; aliados de la imagen

La imagen es el primer mensaje ilustrativo y gráfico que envían las personas sobre su forma de convivir, personalidad y gustos; es lo que en sicología se conoce como la hoja de presentación, donde se causan las primeras impresiones.

Proyectar la imagen que se desea es el arte de combinar adecuadamente los principales componentes que inciden en la apariencia física como la vestimenta, el peinado y el maquillaje. Esto no es solo un asunto de mujeres, por su parte los hombres también tienen su espacio para trabajar la elegancia y el aspecto.

“Hay tres aliados fundamentales en el cuidado de la imagen: el estilista, el barbero y el maquillista. Los fines de semana hay un tiempo para salir con los amigos y amigas, para compartir con la familia, pero también hay un chace para ir al salón o a la barbería”, asegura Félix Antonio Albino Díaz, barbero desde hace ocho años.

Asimismo, Sheyla Paulino, estilista y propietaria del establecimiento D’battier Salón, entiende que el cuidado de la imagen es un conjunto de componentes fundamentales en la vida de las personas. Considera que cada ser humano tiene su propio estilo, lo que implica formas diferentes de peinarse y arreglarse. Por ejemplo, hay mujeres conservadoras y tímidas, y otras que son extrovertidas y atrevidas, igual los hombres.

Entre cada uno de estos actores de la imagen se establece una comunicación delicada. En principio, la clientela instituye una relación cortés y distante, pero conforme pasan los días, el salón se convierte en la casa de distracción de las mujeres y la barbería el espacio de relajación de los hombres.

Un toque especial En el caso de las féminas, el maquillaje se encarga de darle tono y color a su rostro. Ayuda a transmitir cada detalle de la vestimenta y el peinado hasta lograr una armonía singular que les favorece.

La maquillista Ana Luisa Mateo comenta que una dama bien maquillada irradia su delicadeza de mujer y deja clara su personalidad. Agrega que para obtener la imagen deseada se necesita de una base que tape las imperfecciones, unas cejas bien delineadas, un brillo de labio y una máscara. Lo ideal es que estos productos contengan los nutrientes necesarios para cuidar el rostro, como: ácido hialurónico, que rellena línea fina y el antioxidante, previsor del envejecimiento prematuro.

“Una inadecuada aplicación de maquillaje puede dañar definitivamente una vestimenta delicada y un buen peinado”, precisa Mateo.

Los caballeros Los hombres también buscan verse bien y que sus amigos noten su cambio de imagen. Su proceso no es tan complicado como el de las mujeres; basta con un corte de pelo, una ropa elegante o jovial, pero sin mucho estrés.

Félix Antonio Albino dice que sus clientes ven un corte de pelo como el complemento ideal para estar atractivos. Informa que los cortes más comunes son los de raya, variado, y el fade, este último abarca un estilo popular y favorecedor.

Las damas La mujer es una seguidora fiel de la belleza, la creatividad y sobre todo, un ser cargado de emotividad. Aunque la belleza y grandeza del ser humano se oculta a la luz del día, la apariencia física y la imagen se desnuda ante la sociedad, y la mujer es portadora de una magia para encantar con gran facilidad sobre el cambio de su cuerpo.

La estilista Sheyla Paulino afirma que las mujeres que se arreglan reflejan mayor estado de ánimo y seguridad. Ir al salón es una forma de mimarse, darse cariño y sentir que algún tiempo de tu vida lo estás de dicando a ti, agrega.

En el caso del peinado y la vestimenta es importante saber cómo dejar que cada uno de estos detalles se destaque a través de una combinación adecuada.

El salón y la barbería son los lugares donde la clientela descarga su mochila de preocupaciones para montarse en el mágico mundo de la elegancia, el estilo y la beldad. Entre el blower de pelo, las tijeras, los abejones y las charlas amenas que encantan a cada compañero y compañera, convierten el salón o barbería en una espacio para charlar.