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La Semana Mayor: una fuente de tradición y fe

Opciones. Lo que para muchos significa un tiempo de entretenimiento, para otros es de recogimiento.

Opciones. Lo que para muchos significa un tiempo de entretenimiento, para otros es de recogimiento.

El tiempo de Cuaresma o Semana Santa constituye una de las principales expresiones cristianas y de fe que guardan los ciudadanos y ciudadanas de diferentes atmósferas y estamentos sociales.

En distintos lugares del mundo se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Lo mismo sucede en República Dominicana, donde la cultura y la espiritualidad se ponen de manifiesto.

Un segmento de la población dominicana anhela la llegada de esta fecha para tomar un descanso; se van a la playa, al río y a lugares totalmente ecológicos. Otros deciden quedarse en casa para participar de las procesiones en la iglesia más cercana.

Mitos y cultura Durante estas celebraciones se desarrollan mitos que están presentes en lugares periféricos del país. El más visible es la abstinencia para realizar las labores del hogar; que consiste en no usar el pilón, no barrer y ni limpiar la casa.

Los miércoles de Semana Santa, luego de las 12 del mediodía, las personas no hacen ningún tipo de trabajo porque, según ellos, cualquier fuerza es considerada “pecado”. Otro caso es el de no comer carne, costumbre que permanece en todo el país.

Denis Ferreira, un creyente, explica que levantarse de madrugada para ir al río, sin pronunciar palabras, es una práctica muy usada por los feligreses. Con esta acción, el agua está apta para ser bendecida el Domingo de Resurrección.

Cada una de estas creencias representa los elementos culturales característicos de esta conmemoración cristiana, la cual es considerada como la celebración litúrgica más intensa de todo el año

También las aguas dulces y saladas reciben con agrado las masivas visitas de su gente.

RITUALES RELIGIOSOS En esta fecha se hacen los viacrucis. Un espacio donde los creyentes realizan las procesiones y contemplan la vida de Jesús durante sus últimos días en la Tierra; el sufrimiento y resurrección.

El último viernes y sábado los feligreses guardan esos días con tranquilidad y un elevado nivel de armonía. Y el Domingo de Ramos representa la resurrección de Jesús, un espacio donde las personas reflejan una gran alegría porque “Cristo ya resucitó”.

“Visitar siete monumentos, la mañana del Viernes Santo, representa un acto de fidelidad a Jesús, que significa el acompañamiento durante el sufrimiento en la cruz”, refiere Génesis Tineo, dirigente de pastoral juvenil.

En el aspecto culinario un momento esperado es el de de las habichuelas con dulce. En la mayoría de los hogares dominicanos esperan estos días para encender la estufa, hervir las habichuelas y combinarla con el sabor a leche, coco, azúcar y canela.

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