Armar el muñeco

Inofensivo en fotografía aparenta aquel hombre de bigote copioso y baja estatura que aspiraba a “armar el muñeco” y “resolverlo tó” mientras agonizaba el ex rector de la UASD, Mateo Aquino Febrillet.

En la estatua que se mandó hacer en FENATRADO, puede inspirar hasta lástima aquel Blas, fríamente dispuesto a tirar los celulares al mar. Ahora que vuelve a tener las manos esposadas, aquel dueño de un emporio de transporte, se empeñó en encontrar “una pistola de camino para cambiarle el cañón” y suplantar la utilizada en el crimen contra un hombre que no albergó rencores aUn en circunstancias duras y frente a los adversarios más fieros.

El caso es que Blas Peralta no es ni manso ni debe inspirar pena. Es un empresario del transporte con suficiente dinero y poder para alimentar hondas raíces en la política. Está acostumbrado a limar cualquier desavenencia que afecte sus intereses a fuerza de insultos, golpes y plomo. Si no aceptas sus reglas y monopolios te quema el camión, impide el paso, restringe rutas de desarrollo. Blas y sus semejantes, hincan empresas, destripan el Estado, afectando particularmente, al pueblo pagador de impuestos.

Condenado por estafa junto a otros de su misma turba en el Plan RENOVE, Blas vuelve a provocar razones para ser inquilino en celda. Y con el descaro que le caracteriza dice que apoyará a la justicia dominicana en el camino de hallar “el verdadero culpable” de la muerte de quien fuera su “amigo”.

Tengo fe en la justicia, en la familia de Febrillet y en la UASD militante para que Blas Peralta no tenga que volver armar otro muñeco y le pesen 30 años de infinita cárcel. La condena en algo aliviará tanto daño y dolor provocado por el bigotudo jeque de FENATRADO.