Labor
Realidad del trabajo en la infancia
Opinión. La orientadora Isabel Vargas manifiesta que el estado provee las leyes pero que es competencia de la ciudadanía hacer que estas garantías se cumplan, para así fortalecer la lucha contra los factores que afectan el sano desarrollo de la niñez y la adolescencia.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce que algunas actividades favorecen en la educación, por eso ayudar en casa y conocer de la responsabilidad no es considerado como trabajo infantil. Pues la OIT define como trabajo infantil a toda labor que involucra, pone en riesgo la salud física y mental o violenta los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Causas y consecuencias
Los patrones culturales arraigados en una sociedad, que aún no logra desprenderse del machismo y el feminismo; ambos vividos casi de forma natural, en conjunto con la permisividad social, son algunas de las causas del trabajo infantil.
Isabel Vargas, orientadora psicopedagógica, asegura que: “la desintegración familiar es la principal causa, sumado a la falta de responsabilidad de los padres y madres. Vargas precisaque la falta de apoyo de quienes procrean condiciona a los pequeños a tener que salir a la calle a trabajar.
De igual forma, Mercedes Pérez, coordinadora educativa de Acción Callejera Fundación Educativa, agrega que el factor pobreza sumado con el desempleo traen como consecuencia la presencia de más infantes que laboran en las calles. “Muchas veces el niño o niña sale a buscar un sustento; que por alguna razón, el padre o la madre no pueden llevar a la casa”, comenta la educadora.
Vulnerabilidad de los derechos
Cuando los infantes son obligados a abandonar la niñez y enviados a trabajar, se les violenta todos los derechos que otorga el artículo 45 de la Ley 136-03 sobre Derecho a la Educación que tiene el niño, niña o adolescente. También el artículo 10, que menciona su derecho a recreación acorde a su edad, y el más importante con referencia al tema, el artículo 34, que confiere la protección de los infantes ante cualquier tipo de explotación laboral.
“Es insólito, inhumano y cruel que un niño o niña tenga que abandonar la escuela para trabajar, esto significa abandonar su niñez para adoptar comportamientos de adultos, convirtiéndose en un bloqueo para su desarrollo integral”, afirma la orientadora.
Deterioro físico y emocional
La baja autoestima y la falta de empoderamiento para desarrollar facultades de socialización, en edades tempranas, constituyen daños permanentes para los involucrados, mientras los niños niñas y adolescentes de 10, 11, 12 años comparten con otros de su misma edad, los que realizan algún tipo de trabajo; a esta edad, se ven expuestos a tratar con adultos. De ahí la peligrosidad de esto, los riesgos, el maltrato y el abuso que pueden deteriorar incluso su personalidad.
Mercedes Pérez explica que es importante tipificar el trabajo que realizan los infantes y adolescentes porque existen categorías dentro del trabajo infantil, tales como: trabajo doméstico, urbano y agrícola. Cada una con jornadas que resultan excesivas para la salud física de ellos y ellas.
Riesgos
Se puede asegurar que hay un alto grado de exposición al abuso, violaciones sexuales, ser víctimas del narcotráfico, e incluso de algún accidente de tránsito. Todo esto por desconocer los riesgos y los derechos que poseen los infantes, establecidos en la Ley 136-03 de forma local. ((Organizaciones como Aldea S.O.S, Acción Callejera y el CONANI trabajan para buscar respuestas a las problemáticas de los infantes y adolescentes, con mayor presencia en los sectores más vulnerables Mercedes Pérez, coordinadora educativa de Acción Callejera. Sixto Incháustegdvdsvdsvds Robinson Martínez, entrenador deportivo en Acción Callejera.
