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“ENTREGA DE PAQUETES”

Mujeres de Grandes Ligas

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Carolina Cruz de MartínezSanto Domingo

NAVEGANDO Y RECOGIENDO: Los atletas son personas que en su trayectoria se parecen a los mercaderes y navieros, pues deben “atracar” sus embarcaciones en distintos puertos de acuerdo a la fase o temporada que les toque vivir. En su trayectoria de ligas menores pasan por distintas ciudades, familias, estadios, hoteles. Luego, si llegan a la estadía del puerto mayor (MLB, NBA, NFL) pasan por los mismos lugares, pero de más categoría. El fin es que en la dinámica nómada de traslado de una locación a otra, van recogiendo paquetes, y unos los ganan, y otros los pierden.

Las paquetes que los atletas van recogiendo a lo largo de su navegación van desde el aprendizaje de nuevas culturas, idiomas, relaciones hasta la formación de familia, nuevos hábitos y costumbres. Hay paquetes de esos que son temporales y otros eternos; hay unos que son de edificación y otros de destrucción; hay unos que son fortuitos y otros que son decididos. A la larga el atleta tiene que definir de todos esos que recogió cuales son los que van acorde a su misión de vida.

El ser humano no fue hecho para estar sobre cargado. La sobre carga hace que cualquier embarcación o vehículo corra el riesgo de hundirse y perder la razón de ser. Los atletas muchas veces andan cargados con paquetes que nunca estuvieron en la carta de ruta original. Son paquetes que se adhirieron o vinieron por asociación, por una mala decisión, por una influencia del momento, por el efecto del alcohol, por frustración, despecho o enojo y que hoy aún permanecen ocupando espacios que pueden ser utilizados por un mejor bien.

DESCARGAR: Para un vehículo poder moverse con agilidad debe andar ligero. Para un atleta poder funcionar debe descargar todo aquello que no le permita tener movilidad. Hay paquetes que si el atleta no devuelve o entrega, le harán la guerra hasta que finalmente lo terminen de desgastar o drenar. Son paquetes que tienen ramificaciones emocionales, sentimentales, históricas y personales, y no permiten que pueda avanzar. Esos paquetes hace rato que tenían fecha de entrega, pero por pena, conmiseración, miedo al despegue o a la confrontación han permanecido sin razón de ser ni propósito.

Muchas veces el deportista se encuentra ofuscado y mal humorado y no sabe identificar de donde viene su malestar. La mayoría de veces su mal humor no tiene que ver con su rendimiento en el juego o una situación de lesión, sino con esos paquetes que sabe que tiene en su interior, pero que no sabe cómo lidiar o entregarlos sin causar daño. El atleta que ha recogido muchos paquetes en los distintos puertos de la vida siente mucha culpa y hasta auto condenación, pues sabe que si tuviera el chance de hacer las cosas mejor, lo haría por su bien y el de los suyos. Sin embargo muchos sufren silentemente y prefieren no abrir el depósito de su corazón, aunque eso implique su propia auto destrucción.

Es importante definir cuales paquetes deben ser entregados y cuáles no. El criterio para esa definición debe estar fundamentado en la carta de ruta original, y esa solo la sabe Aquel que la estableció sobre el atleta. El principio de la sabiduría es el temor a Dios Padre, y se necesita mucha sabiduría para decidir que continua y que debe parar. El atleta no se hizo el mismo, por lo tanto debe consultar al dueño de su vida. El qué tal haga, podrá recibir instrucciones claras para avanzar; el que no, seguirá por la vida con cargas sin necesidad... “Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Mateo 11:30

Hasta la próxima

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