Juegos Deportivos Nacionales

Tras una pausa de más de una década, los XIV Juegos Deportivos Nacionales serán celebrados en marzo del próximo año en la provincia Hermanas Mirabal. El montaje de este certamen, cuya última edición se celebró en 2006 en Monte Plata, representa un esfuerzo extraordinario en beneficio de los atletas dominicanos y un gran legado para un grupo de municipios que recibirá múltiples beneficios por su condición de sede, principalmente en el plano deportivo. Esta fiesta deportiva servirá de escenario para que más de 3 mil competidores dominicanos o de ascendencia dominicana, procedentes de diferentes regiones del país, Estados Unidos, Europa, Puerto Rico y otras islas del Caribe como Curazao, Aruba, Guadalupe, San Martín, entre otras, muestren su talento y sus ansias de superación. Gracias a este evento, muchos atletas pueden encauzar sus energías y aspiraciones por senderos sanos y provechosos para el país. Siempre he defendido las inversiones en los deportes, en el entendido de que dejan sus frutos positivos en una sociedad plagada de vicios, delincuencia y deterioro moral.

Esfuerzo extraordinario

El gobierno dominicano, a través del Ministerio de Deportes, ha comenzado a trabajar para que los Juegos de 2018 resulten exitosos. Edificaciones deportivas modestas, pero funcionales, apartamentos que servirán de Villa Olímpica, calles asfaltadas, reconstrucción de acueductos, remozamiento de escuelas y liceos y otras obras de importancia, que cambiarán el rostro a la provincia Hermanas Mirabal, se llevarán a cabo para provecho de sus habitantes, que podrán disfrutar de mejores servicios municipales y tendrán la oportunidad de entrenarse, practicar y recrearse en instalaciones apropiadas.

Cumplir su cometido

Con MIDEREC supliendo las instalaciones, los equipos, la utilería, los uniformes, el personal técnico y de apoyo, la alimentación, el hospedaje, el transporte y asistencia médica, en pocas palabras, todo lo concerniente al montaje de la justa, le toca al Comité Olímpico Dominicano y a las federaciones nacionales, lograr que los Juegos cumplan su cometido, en lo referente a registrar las actuaciones de los atletas y compilar los records en las distintas disciplinas. Eso servirá de marco de referencia para conocer el nivel de calidad de los atletas, al comparar las marcas logradas con records anteriores y una forma de identificar nuevos valores y potenciales integrantes de nuestras selecciones nacionales, sobre todo por tratarse de competencias a nivel juvenil.

Preservación

Quienes se oponen a la celebración de los Juegos Nacionales en el interior del país, tienen como principal argumento el abandono y posterior deterioro que al poco tiempo sufren las obras deportivas, que muchas veces a un elevado costo, se construyen para estos eventos. En casi la generalidad de los casos, la razón le asiste a los que esgrimen esta tesis para rechazar el evento en sedes provinciales, por lo que los dirigentes locales, que tanto batallaron por hacer realidad la próxima edición de los Juegos, con más ahínco aún debe luchar por la preservación de sus instalaciones. De no ser así, todo el esfuerzo desplegado por años habrá sido en vano y será muy efímera la herencia que de este certamen recibirán los niños y jóvenes de sus comunidades. Pero, a favor de estos Juegos se debe destacar, que como la justa tendrá como subsedes las ciudades de San Francisco de Macorís y Moca, que cuentan con una buena infraestructura deportiva, la inversión será menor en ese sentido.

Juegos difíciles

El montaje de los Juegos Nacionales siempre ha sido una tarea enorme, por el trabajo que significa celebrar un evento multideportivo en varios municipios al mismo tiempo, a los que esta ocasión hay que añadir dos escenarios que funcionarán fuera de los límites provinciales. De manera que para poder celebrar un certamen exitoso, el esfuerzo para que todo marche de manera sincronizada en las diferentes comunidades deberá ser mucho mayor.

Principal innovación

Como destaqué en una columna anterior, los Juegos Nacional de la provincia Hermanas Mirabal pasarán a la historia, por la participación de competidores de ocho zonas, en vez de seis, como sucedía anteriormente. A las zonas Metropolitana, Norte, Este, Sur, Quinta (la sede) y Sexta (integrada por atletas dominicanos residentes en los Estados Unidos), se han añadido dos nuevas. Esas nuevas zonas son, la Séptima, compuesta por deportistas criollos radicados en países de Europa y la Octava, conformada por competidores quisqueyanos que viven en Puerto Rico e islas caribeñas. Esta innovación impulsada por MIDEREC, no solo permitirá una mayor participación de atletas en los Juegos, sino que además posibilitará la búsqueda y captación de talentos que se encuentran diseminados en el extranjero, para integrarlos a los seleccionados nacionales que intervienen en los eventos del ciclo olímpico.