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MUJERES DE GRANDES LIGAS

“Tipo de codicia”

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Carolina Cruz de MartínezSanto Domingo

CODICIAR: En la sociedad del relativismo en la que vivimos, la definición absoluta de valores es vista como una especie en extinción. En la actualidad la ostentación se considera buena, robar es igual a impunidad, adulterar es la norma y vivir del cuento es un nuevo estándar profesional.

?Como educamos a una generación a codiciar correctamente sin pecar, sin envidiar, sin manipular? Codiciar es definido como el deseo o apetito ansioso y excesivo de bienes o riquezas. Pero también es ansiar, apetecer vehementemente una cosa.

Para cualquier joven que quiera llegar al profesionalismo deportivo es correcto ansiar o desear vehementemente el poder lograr su sueño. Esa “hambre” de estar jugando donde lo han hecho muchos inmortales, se constituye el gasoil o gasolina que enciende el motor cada día. Ese deseo se convierte en el motivo de esfuerzo, a pesar de solo contar con su propio cuerpo como herramienta de progreso.

CORRECTA SI ES DIRIGIDA: El primer concepto de codicia definida más arriba, el excesivo, el ansioso, es el que está llevando a muchos padres a atrofiar la adolescencia de sus hijos, a querer cambiar oro por espejito, a entrar en una carrera desmedida por encontrar la fórmula perfecta de llevar al niño de “fleje” a “fornido.” Esa codicia es la que está haciendo que los fármacos baratos suenen como el producto de ensueño para echarle maíz a los pollos y venderlos al scout de mayor “prestigio” para que no se queda fuera del juego.

Es un abuso de los padres codiciar mas que sus propios hijos el deseo desmedido de ganarse la loto en un bono.

Un niño de 14 o 15 años no tiene la consciencia de elegir lo que es bueno o malo cuando se trata de su futuro inmediato. No podemos convertir esos niños en un manjar tan codiciado que se sacrifique su bienestar a largo plazo.

La codicia es correcta cuando nos mueve detrás de una meta. Cuando luchamos y nos esforzamos porque queremos ser agentes de cambio ya sea personal o para la colectividad. Ansiar o anhelar convertirse en un ciudadano que traiga cambios es necesario para sobrepasar los tiempos donde las cosas no salen como queremos, pero dedicarse a manipular, negociar y no escatimar cualquier medio para llegar a un fin, nos costará un precio que a la corta o a la larga nos demandará algo que nos dolerá.

QUE TAL: Estamos en una generación que busca más romper ojos, que disfrutar un logro; que quiere más la vía fácil, que agotar las etapas que ameritan construir un buen vivir. Es la generación que prefiere callar la consciencia y ahogar lo que es correcto en justificaciones de que busca lo mejor para el jugador.

?Que tal que ese niño o joven termine despreciando aquello por lo cual se está sacrificando porque la codicia de un progenitor o de un manejador sea mayor que la de el mismo? Que tal que ese potencial lanzador, campo cortista o encestador perciba que se valora lo que el puede hacer que lo que el es como ser humano? “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;” 1 Timoteo 6:9. Nunca valdrá más los dividendos que genere una persona, que la persona misma

Hasta la próxima

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