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REPORTAJE

Cohén un héroe olvidado que vive entre nosotros

De forma extraña tiene décadas “entrando y saliendo” a lugares públicos e incluso, a instalaciones deportivas, donde brinda servicios, pero la presente generación ignora de su historia deportiva.

Moisés Cohén durante su entrevista para El Deporte de LISTÍN DIARIO, donde recordó sus grandes hazañas al periodista Yoel Adames.

Moisés Cohén durante su entrevista para El Deporte de LISTÍN DIARIO, donde recordó sus grandes hazañas al periodista Yoel Adames.

Fue uno de los pioneros en correr en una pista olímpica, saltar altura y longitud, lanzar la jabalina, disco o bala, era un fenómeno en la década de los años cuarenta. ¡Ah, y lo mejor!, llegó a lanzar del box a home a mas de 100 millas por hora siendo firmado por una franquicia de béisbol de Puerto Rico.

Hoy, quien le ve por las calles podría conocerlo por cualquier otra actividad de su larga existencia, pero pocos adivinarían que en su cuerpo envejecido se esconde uno de los pioneros del deporte olímpico dominicano.

A Moisés Cohén se le señala con precisión en un antiguo y estrecho tramo del atletismo local, como el “fundador” de los atletas dominicanos del decatlón, junto a Elpidio Jiménez, ambos acogidos en Puerto Rico como estudiantes del Politécnico de San Germán, donde fueron figuras de primer orden en este tipo de evento mediante becas educativas.

Cohén representó al país en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, en 1946, el deporte dominicano andaba descalzo y en la vecina nación se le abrieron las puertas para ir tras nuevos sueños y mejorar su nivel de vida en lo inmediato.

“El viaje de 1946 lo hicimos pidiendo, nadie creía en nosotros, el deporte no estaba bien organizado y no teníamos ni siquiera los zapatos apropiados para competir, en una carrera de mil 500 metros se me desprendió toda la suela de un pie y le dije a Capejón Díaz, yo no puedo seguir compitiendo en estas condiciones, no correré siquiera una vuelta mas”, recordó su participación en el primer evento oficial que asistía República Dominicana.

En la “Isla del Encanto”, donde se establece y al cabo de un tiempo se convierte en una figura querida y admirada por la comunidad.

Dos estrellas dominicanas destellan PR en marzo 1948 Como lo expresa Moisés, en la década de los años de 1940 el deporte dominicano andaba desnudo, sin apoyo y con poca organización.

Así fue como un grupo de los atletas más avanzados que fueron a Barranquilla 1946 optaron por becas estudiantiles y “espantaron la mula” hacia Puerto Rico, México, Venezuela y otras naciones.

Cohén junto a Elpidio Jiménez, considerado el mejor velocista de su tiempo y uno de los mas completos en las competencias de Decatlón, eran noticia desde Puerto Rico.

“El puertorriqueño que ganó el primer lugar en lanzamiento de jabalina en Barranquilla 1946 jamás nos ganó en Puerto Rico, tanto Elpidio como yo éramos los dueños de los primeros lugares siempre”, asegura el histórico atleta.

Un cuadro de puntuación publicado en un diario de la época, en Puerto Rico, apoyan este testimonio de forma contundente, se trata de un campeonato de Decatlón (en el que se participa en diez disciplinas: (100m, 200m, 400m y 1500m planos, salto de longitud y de altura, vallas, lanzamiento jabalina, bala y disco) el cual se desarrolló los días 16, 19 y 22 de marzo respectivamente,, observemos los resultados finales:

1- Moisés Cohen (Oro) 4871 2- Elpidio Jiménez (Verde) 4776 3- Federico Ramos (Oro) 4053 4- Jack Shepard (Oro) 3877 5- Ángel Pou (Verde) 3660 6- Tomás Birriel (Oro) 3240 7- Sigurd Peterson (Oro) 3178 8- Rubén Lugo (Verde) 3053 9- Pedro Javier (Verde) 2573 10- Luis Negrón (Verde) 2332

Mejor vida en San Germán Estudiaba educación física, becado en el Instituto Politécnico de San Germán, en Puerto Rico, hoy convertido en universidad, la beca la pagada la Fundación Rockefeller, pero fue “botado” junto a otros estudiantes dominicanos porque una muchacha dominicana se metió en una huelga universitaria. Aun siendo una figura allí venerada de San Germán, le quitaron la beca a el y todos los demás dominicanos porque en la universidad de Río Piedra una becaria dominicana armó una huelga de gran dimensión.

“Al darse cuenta de mi capacidad, el pueblo, no el Instituto, hizo una contribución para Elpidio Jiménez y para mi, para poder pagar los estudios porque quedamos fuera de los beneficios luego de que esa dominicana participara en ese boicot en la Universidad de Rio Piedra”, recuerda risueño el anciano.

Jugó béisbol en PR “Avancé como deportista y caí hasta en béisbol, me llevaron a una prueba de “Boston Breake”, pero los pagos eran tan bajos en ese tiempo en las ligas menores que cuando yo pasé la prueba del “try out”, como dicen, me dijeron que podía jugar doble A y que ganaría 500 dólares al mes y que tenía que cubrir todos mis gastos… Yo en Puerto Rico, ese pueblo me daba a mi, mas de 300 dólares quincenal para que representara a la comunidad de San Germán, me dije: ¡pero Dios mío! ¿que yo hago aquí en las ligas menores?”, recuerda el versátil ex atleta. “Ahora sé que hoy jugar en esa categoría paga hasta 50 mil dólares al mes; pero me rajé del béisbol con todo mi esfuerzo”.

A pesar de la “huida” del play por los bajos salarios de la época, Moisés asegura que vistió el uniforme del conjunto de Santurce a nivel profesional, aunque solo fue una temporada.

“El dueño del equipo, do Pedrín Zorrilla –que Dios lo tenga en gloria-, era muy expendido conmigo, pagaba muy bien. Y fui lanzador del Santurce, el me puso a experimentar porque recuerde que la jabalina pesa dos libras y la pelota de béisbol es 4 onzas, yo tenía muchos problemas con los cátcher porque no sostenían la bola, con todo y la esponja hasta le hinchaba la mano; en muchas ocasiones tiré sobre las 100 millas porque era fácil para mi porque estaba acostumbrado a la jabalina”, comparó.

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