Duración del juego

La naturaleza del béisbol como deporte provoca la ilusión que es lento. Realmente es intenso, mantiene un constante enfrentamiento en que cada envío del lanzador genera cambios en las decisiones estratégicas que se toman en el momento. Esa aparente lentitud permite, que al igual que en una batalla ya sea comercial o militar, se hagan las previsiones de lugar tomando en consideración las fortalezas o debilidades del adversario. En esa supuesta parsimonia es que radica el encanto de este deporte, representa los aspectos que lo hacen diferente en su desarrollo y en la manera de obtener resultados, es la base de su popularidad.

Las decisiones tomadas que intentan acelerar los juegos de béisbol son irracionales y enseñan una marcada limitación creativa. Indican que no se ha hecho un ejercicio elemental para responder la pregunta clave: ¿porqué los actuales partidos duran más tiempo que los anteriores, si la esencia del juego no ha variado? En la temporada de 1950 el promedio de tiempo que duraba un enfrentamiento era de 2:21. Diez años después había subido a 2:38, en 1970 descendió a 2:34 y tomando los años de inicio de decenio en adelante como medida, se obtienen los siguientes resultados: 1980: 2:38, 1990: 2:51, 2000: 3:01 y 2010: 2:54. En los últimos tres años se pasa de tres horas.

Esta evidencia revela que si el tiempo de duración de un partido de béisbol ha aumentado en los últimos cincuenta años más de un 25%, jugándose con el mismo método, esto no ocurre por el método, sino por la forma como se aplica. Resulta ridículo el tiempo que se ahorra con la medida que elimina el envío de los cuatro lanzamientos para otorgar una base por bolas intencional a un bateador. Con decisiones de ese tipo se muestra con claridad un gran desconocimiento sobre el tema que se pretende solucionar, haciendo peligrar una actividad que apasiona a millones de personas.

USO DEL RELEVO Las reglas del béisbol desde siempre han permitido el uso de lanzadores de relevo. En los inicios esa prerrogativa no se usaba con frecuencia, con el paso del tiempo, sin cambiar el sistema, se han desarrollado en ese sentido especialidades que han provocado el surgimiento de diferentes tipos de lanzadores, para ser utilizados en distintas situaciones que emergen durante un juego, ahondando la necesidad de mentes con mayor equilibrio para la toma de decisiones. En otras palabras, las estrategias de hoy exigen más que las de ayer, sobre todo que con el desarrollo de la tecnología ahora se tiene acceso a una amplia información surgida con una base científica de diferentes bifurcaciones que antes era muy difícil conocer.

Esa variante en la forma de utilizar el cuerpo monticular ha aumentado las visitas de los dirigentes o entrenadores a la colina y en consecuencia es uno de los mayores motivos de la extensión del tiempo del juego. Pero, al mismo tiempo, esa nueva forma de aplicación de las normas ha elevado la bondad del juego y la sustancia de los enfrentamientos.

Ambas cosas van de la mano, tiempo y calidad. Eso debe analizarse con mayor cuidado del que demuestran los que asumieron la responsabilidad de tomar estas decisiones que pueden afectar la esencia del béisbol y rayan en lo risible.

PICADERA El año pasado se dispararon un total de 5,610 cuadrangulares durante la temporada regular de Grandes Ligas...

No se pasaba de la cifra de cinco mil de estos batazos desde el 2009 cuando se conectaron 5,04...La marca de jonrones se estableció en la campaña del 2000 cuando se alcanzaron 5,693,en el apogeo de la Era de los Esteroides...

La cifra del año pasado es la segunda más alta en la historia y debe llamar la atención, hacía seis campañas que no se disparaban tantos cuadrangulares y el aumento entre 2015 y 2016 es de un 14%...Cuando se introdujo la “Bola Viva” en Grandes Ligas en 1920, se dispararon 630 jonrones y Babe Ruth logró 54 de ellos, un 12%.....