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MUJERES DE GRANDES LIGAS

El atleta Águila

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Carolina Cruz de MartínezSanto Domingo

EL ÁGUILA: El águila es una de las criaturas que se diferencia en su característica por alcanzar miles de pies de altura, por encima de lo que cualquier otro animal pueda soportar. Las águilas solo vuelan con águilas, no vuelan con buitres, gorriones, gaviotas, ni demás pájaros pequeños. Los niveles de altura a los cuales llega, pueden sofocar y asfixiar cualquier presa pues solo ella está entrenada para alcanzar esos niveles. El águila no se marea, no se sofoca y no se asfixia.

El águila tiene una visión que le permite ver varios kilómetros a distancia, lo cual la capacita para dos cosas: identificar su destino e identificar las tormentas.

Su habilidad visual le permite prepararse de antemano para ambas cosas pues no se distrae y no se lamenta. Ella estudia los pasos para llegar a su destino y agarrar su presa, sin precipitarse ni actuar erráticamente. Ella se alegra cuando viene la tormenta pues se sabe remontar, deja que los vientos la lleven, abre sus alas y planea.

El águila no come nada muerto, no pierde sus energías y su tiempo consumiendo tóxicos. Sabe que le espera una larga jornada, y necesita mantenerse orgánica, no tóxica.

El águila representa una clase élite y única, diseñada para las alturas.

El ATLETA ÁGUILA: Como el águila, así hay atletas que son diseñados para manejar las alturas. No se sienten impresionados, temerosos o asustados, sino que hacen de las alturas su hábitat de comodidad.

El atleta águila sabe que no puede juntarse con otros de su misma especie, pues aunque comparten profesión, no tienen la misma visión. El atleta águila se mantiene conectado pero distante, social pero sin asociaciones, pues le pueden provocar malos vuelos y sinsabores. El atleta águila sabe identificar los buitres, pues sólo buscan devorar, los gorriones, pues son muy indefensos para su compañía, y los búhos y roedores que salen de noche a asechar un descuido para atacar. Aunque todos los mencionados arriba y otros son similares en cultura avícola, el águila sabe que no puede mezclarse.

El atleta águila disfruta la densidad del aire, pero no se deja distraer por la belleza de las nubes o la majestuosidad de una tormenta. Él o ella saben que sus años hábiles son cortos y no pueden volverse locos. Este tipo de deportista sabe cómo prepararse mentalmente para lo que viene, y mientras otros se esconden de los nubarrones, el atleta águila abraza el desafío y se remonta sobre los pronósticos negativos.

El atleta águila tiene visión enfocada y no pierde su tiempo mirando hacia abajo sino que agudiza sus ojos en lo que persigue y lucha y vuela hasta que logra su meta. Contrario a las demás aves, como las gallinas, guineas y patos, el atleta águila no piensa en gratificación inmediata, ni en el día a día; se programa en un cronograma que le permita mejorar en su proyección hacia la excelencia.

Los patos viven alertando y espantando el entorno, las guineas viven haciendo ruidos y moriquetas, pero el águila se eleva pacientemente sin aparataje ni impresionismo. Son criaturas silentes, parsimoniosas en su día a día, pero agresivas y efectivas. El atleta águila es similar, pues se maneja profesional, prudente, respetando caballerosamente su profesión, pero produciendo estadísticas que lo hacen dignos de reconocimiento y admiración. No andan como gallos locos, buscando tirar zarpazos a lo loco, sino que se conducen con garbo, y cuando se jactan de algún hallazgo, es porque lo amerita la ocasión.

El atleta águila no compromete su rendimiento con sustancias prohibidas, muertas, tóxicas en su cuerpo, que saben que más temprano que tarde sacarán su cabeza en cualquier prueba de dopaje. El atleta águila confía lo suficientemente en sí mismo y su habilidad, y sabe que no necesita engañar y engañarse para poder rendir más.

ÁGUILAS DOMINICANOS: Hoy día esperamos ver más atletas Águilas dominicanos, que nos representen con temple, carácter y garbo. En el preludio de estos Juegos Olímpicos en Río, esperamos ver atletas que no los maree la densidad del aire; que se codeen con otras águilas y no con buitres que afeen su presentación, que no nos avergu¨encen ingiriendo cosas tóxicas y que vuelen sobre todo tormenta de bloqueo y bajo rendimiento.

El Manual de Vida dice “Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Isaías 40:30-31. Dios Padre es quien nos ayuda a mantenernos como Águilas, en nuestra vida integral. Hasta la próxima.

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