Elías Sosa Inmortal

Cuando Elías Sosa estaba creciendo en la ciudad de Bonao, provincia La Vega, a noventa kilómetros de Santo Domingo, nunca pensó que lanzaría en las Grandes Ligas y mucho menos que iba a ser un inmortal del béisbol en el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.

Luego de sus actuaciones en Norteamérica, donde el coach de lanzadores de Liga Menor, de los Gigantes de San Francisco, Gordy Maltzberger, trabajó mucho con el dominicano y en verdad le enseñó a lanzar, la cosa cambió.

Aquello resultó en Casa Grande, Arizona. Desde entonces Elías, que tenía un repertorio muy variado y lo más importante de todo es la gran confianza que tenía en sí mismo.

Sosa poseía una bola rápida que se movía un mundo y un buen slider.

El vegano, siempre ha manifestado que el inmortal escucha Horacio Martínez le enseñó cómo lanzar con el estilo de la pierna alzada que usaba Juan Marichal.

Nunca pudo levantarla tan alto como Juan, pero siempre fue su movimiento para lanzar.

Para elegir a Sosa en el Pabellón de la Fama, se tomó en cuenta estos números: Liga Ganó SalvóLiga Domin. 21 26Ligas Menores 28 27Grandes Ligas 59 83Totales: 108 136El domingo 21 de octubre del 2001, en la Casa San Pablo, se efectuó el XXXV Ceremonial, en el cual fueron exaltados seis deportistas. Ellos fueron, Elías Sosa (béisbol), Silvia Espinal (baloncesto), Enrique Ripley Marín (propulsor), Freddy Yabra (ajedrez), Pucho Fiallo (softbol) y Pintacora de los Santos (béisbol).

Hasta aquí esta corta historia de un lanzador cibaeño que supo en su tiempo destacarse hasta llegar a los estratos más altos. No hacía mucho ruido, pero sabía cómo domesticar a los bateadores, obteniendo en su carrera de lanzador unas 108 victorias, sin contar las que ganó en el béisbol de aficionados.