Un hallazgo macabro

El hallazgo, el lunes, de unas osamentas a poca distancia de la casa en la que vivía la niña Carla Massiel Cabrera Reyes, desaparecida el 25 de junio del 2015, ayudará a despejar todas las incógnitas o misterios que rodean este caso al que la opinión pública le ha prestado vivo interés desde entonces.

Los primeros informes que se recibieron en el LISTÍN, a tres días del hallazgo, dan cabida a la premisa de que esos restos son de la niña, lo que sin duda constituiría un eslabón decisivo para esclarecer las causas y, hasta si se puede, los motivos que condujeron a su misteriosa desaparición.

Pero lo más inquietante, de tales informes, es el dato que se maneja dentro del cuadro de hipótesis y presunciones en el sentido de que algunos de los órganos de su cuerpo fueron extraídos, y ahora las investigaciones apuntan a confirmarlo o descartarlo, por lo que es preciso aguardar los resultados finales de la experticia forense.

La desaparición de Carla Massiel impactó tanto a la opinión pública que esta nunca ha descansado en exigir a las autoridades una investigación sin desmayos sobre las circunstancias que rodean el episodio, ocurrido después de que ella y su hermana gemela salieran de un culto religioso que se ofrecía en la comunidad de La Cuaba, en la parte norte de la capital. La otra hermana no fue afectada por lo que en principio se consideró un rapto.

Se comprende que la ciudadanía haya estado muy preocupada y desconcertada por ese suceso, ya que en los últimos tres años se han reportado desapariciones de unos 15 niños, algunos de los cuales reaparecieron con vida, de otros sus cadáveres y quedan aun los que nunca han podido ser localizados, ni vivos ni muertos.

En el caso de Carla Massiel y del hallazgo de unas osamentas muy cerca de su casa, las circunstancias imponen que se realice una investigación profunda que permita esclarecerlo. Y si hubo evidencias de que a ese cadáver se le practicó algún tipo de extracción, tal detalle debería de conducir a otra más amplia para determinar sus verdaderas razones.

Eso aguardamos.