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Pisando el acelerador

Un fuerte tono esperanzador puso ayer el presidente Danilo Medina en los retos que se ha comprometido a enfrentar en su nuevo cuatrienio de gobierno, convencido de que “vienen tiempos de gloria” para las nuevas generaciones.

Habló de un nuevo modelo de desarrollo que revolucione los actuales esquemas en que se han basado las políticas de seguridad, salubridad, educación y de carácter social, prometiendo que en algunos casos específicos marcará “un antes y un después” en la vida del país.

La reducción de la pobreza, tanto la normal como la extrema, sobre la base de promover nuevos empleos, acceso a la educación, a la salud y el transporte a bajos costos, a viviendas y créditos para la producción y los aumentos de subsidios vía la tarjeta de Solidaridad, constituyó la parte medular de su discurso.

El objetivo estratégico de reducción de la pobreza descansará, inicialmente, en el impulso que se dará al crecimiento de la clase media.

El Presidente prometió “pisar el acelerador” para que estos nuevos proyectos se desarrollen y cristalicen en cuatro años, en la esperanza de que los dominicanos del 2020, al mirar hacia atrás, perciban cuánto habrá cambiado el perfil del país en todos los órdenes.

Ya entrando en aspectos puntuales, de corto plazo, el Presidente anunció cambios radicales en los esquemas del transporte público y las emergencias en salud, en los que LISTÍN DIARIO ha puesto mucho énfasis en los últimos tiempos procurando minimizar sus niveles de deficiencia y crisis en que han caído.

Anunció la Autoridad Única del Transporte, como primer paso hacia la integración de todas las entidades que tienen que ver con el sistema en un Instituto del Transporte, así como el nuevo modelo de atención primaria y de emergencias, integrando en una red única a los hospitales de Salud Pública y del Instituto Dominicano de Seguros Sociales.

Otro aspecto fundamental es el que tiene que ver con la seguridad nacional, para el cual ha propuesto una acción concertada entre Gobierno y sociedad que asuma el abordaje integral del problema, así como del modelo de justicia prevaleciente, del que se quejó de que suelta a delincuentes reincidentes que no merecen estar en las calles, sino en las cárceles.

El sentido de “revolución”, vale decir, de estimular cambios en lo que hasta ahora existe, es la clave de la modernización que el presidente Medina ha prometido en los próximos cuatro años, y lo mejor que puede pasar es que la sociedad responda al reto y que coparticipe en la construcción de los sueños en los “tiempos de gloria” por venir.

Sin excusas ni titubeos.

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