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¿Zika o qué?

Los latinoamericanos comenzaron a escuchar sobre el virus del zika desde mediados del año pasado, pero no imaginaron que, a vuelta de pocos meses, el mundo estaría declarado en máxima alerta epidemiológica ante la gravedad de su expansión y las consecuencias que trae aparejadas para la salud humana.

Lo que inicialmente se pensó que serían los típicos síntomas del virus, causado por el mismo mosquito que produce el dengue y la chikungunya, está bajo revisión ante las evidencias de que el zika ha producido microcefalia en criaturas de madres contagiadas y otras alteraciones neurológicas.

Y ahora Estados Unidos admite el primer caso de trasmisión sexual del zika en un residente en Dallas, Texas, que había tenido sexo con una persona picada por el mosquito Aedes aegypti.

Cuando se dan a conocer estas inesperadas consecuencias y asociamos la rápida propagación del virus por todo el mundo con las decisiones tomadas por dos grandes potencias, Rusia y Estados Unidos, de ordenar la investigación y posterior preparación de vacunas anti-zika, más el alerta mundial, es suficiente para que todos nos preocupemos a profundidad por este fenómeno.

¿Será el zika otra plaga tan devastadora como la del VIH-sida?

Esto viene a colación porque nunca se ha demostrado científicamente que el dengue o la chikungunya se “peguen” por la vía sexual, siendo ambas como el zika originadas por el mismo mosquito.

Ni tampoco ha habido alertas mundiales ante el dengue o la chikungunya, pese a que el primero se ha llevado a la tumba a miles de contagiados, y su expansión, pudiera decirse, ha seguido el patrón de prevalencia de otras epidemias con las cuales la humanidad ha tenido que lidiar en los últimos años.

La rápida movilización que se ha observado en los países latinoamericanos para combatir el zika ha sido mayor y más relevante que las que se han adoptado contra otros virus, incluyendo el del ébola, que afortunadamente no causó en América los graves estragos que en África.

Ese es otro detalle que nos confirma que estamos frente a una gran amenaza contra la salud humana y que no debemos descuidarnos para nada mientras el mosquito siga revoloteando en nuestro ambiente.

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