Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Una cruzada por el imperio de la ley

En el quebradizo estado en que se encuentra la ley en el país, amenazada por los incumplimientos de la ciudadanía o por la desidia de la autoridad en aplicarla, surge como un elemento alentador el pronunciamiento hecho este domingo por el presidente Danilo Medina convocando a la sociedad a una cruzada moralizadora y ética para salvar la institucionalidad.

Sin entrar en profundidad en las formas que debe asumir esa cruzada, lo más relevante es su intención de promoverla para determinar de qué manera los tres poderes del Estado se imbrican y logran que las leyes recobren valor y sentido, ante las visibles experiencias de inobservancias que las hacen morir de inanición.

Es el tema que hemos venido aireando en los últimos días, preocupados por la insostenibilidad de algunas leyes que todavía no entran en vigor por la falta de sus reglamentos, o por los casos en que han caído en el más claro irrespeto por parte de ciudadanos, todo lo cual conduce a un estado de desarticulación progresiva del sistema institucional del país.

El presidente Medina se hizo eco de esta preocupación en su discurso de lanzamiento de su candidatura a la reelección y afi rmó categóricamente que “junto a los otros poderes del Estado --el legislativo y el judicial-- necesitamos ahora crear mejores mecanismos de control y seguimiento que permitan la aplicación estricta de la ley, hasta sus últimas consecuencias”.

“Es preciso entender --ha dicho el Presidente-- que en una democracia existen tres poderes independientes, soberanos y complementarios, cada uno con sus atribuciones y límites bien claros”, por lo que la responsabilidad del destino y efi cacia de las leyes que soportan la institucionalidad es compromiso de esa trilogía.

Y ninguno debe fallar.

El Presidente no quiere fallar. Por eso dijo que, desde su posición, puede hacer mucho en este sentido, aunque no tenga el poder de condenar a los malhechores. Esta es la parte de la justicia, y la justicia está para cumplir las leyes que apueba el Legislativo.

Su propuesta a la sociedad para que “promovamos juntos una revolución ética moralizadora y modernizadora”, partiendo de la premisa de que la ley está primero y por encima de todo, es un reto que nadie puede eludir.

Y este diario se ofrece para animar y apoyar tan valiosa y oportuna iniciativa.

Tags relacionados