Sanidad y fortaleza del sistema bancario
El nivel de solvencia de los bancos dominicanos está ahora mucho más alto que lo que aconseja la norma internacional, lo que indica que el sistema bancario opera sobre bases seguras, genera más operaciones crediticias y, por supuesto, más ganancias.
Dos factores, entre tantos que pueden citarse, han ayudado a apuntalar el financiamiento y el crédito: los programas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas y la puesta en marcha de la ley fiduciaria que alienta la construcción de viviendas de bajo costo, más las facilidades que se otorgan a los usuarios para comprar vehículos, mobiliarios caseros y apartamentos.
La Superintendencia de Bancos, que es la entidad que supervisa a las entidades de intermediación financiera, dice que los procesos de supervisión continua han permitido que el capital primario del sistema sea en estos momentos de $14,140.59 millones y que los activos hayan subido en lo que va de año a $1,313.46 millones, dos cifras que traducen fortaleza.
Estos activos han ido subiendo desde el 2013, cuando montaron $1,102.64 millones, a $1,177.65 millones el año siguiente, es decir, el 2014. El aumento ha sido del 10.1 por ciento al 11.5 por ciento, mientras que las captaciones han subido de $934.0 millones en octubre del año pasado a $1,038 millones a la fecha, registrando un aumento del 11.1 por ciento.
Los préstamos al sector comercial privado, al consumo y al mercado hipotecario dominan el grueso de la cartera, siendo mayores a los financiamientos que toma el Gobierno para sus necesidades o proyectos.
La creación de subagentes bancarios, que son aquellos negocios que aceptan recibir pagos de los clientes de los bancos para tarjetas de crédito u otros servicios, no sólo ha ayudado a una bancarización más amplia sino a una mayor economía y a darle un mayor alcance a los servicios, acercando aun más el banco al cliente en su propio barrio.
Los créditos a las pequeñas y medianas empresas se han disparado, como se dice entre los expertos, exponencialmente. Ascienden a $195,932.1 millones. La mayor parte ha sido prestada a las mipymes de la capital, con el 67.2 por ciento de la cartera.
No hay duda de que estos logros son relevantes. Mientras el país pueda contar con un sistema robusto, preparado para cualquier contingencia, el dinero que mueve la economía puede fluir mejor, sin tropiezos, y las oportunidades para crear empleos, riqueza y bienestar general son mayores. Y eso es lo que quieren los dominicanos. No la crisis ni los descalabros que sufren otras economías en estos tiempos.