Urge una policía hospitalaria
El Colegio Médico Dominicano ha revelado que sólo en el hospital Darío Contreras, de esta capital, se han producido en las últimas semanas doce graves agresiones contra los médicos de servicio por parte de furiosos familiares de pacientes.
El problema se da también en otros hospitales, con preocupante frecuencia.
En algunos casos, los ataques han sido de tal envergadura que algunos han sufrido traumatismos y heridas causadas por personas que exigen atención rápida a un paciente o que ingresan a las salas de emergencia a tomar represalias contra alguien que ha cometido una fechoría, agresión o asesinato.
Los médicos nocturnos son más vulnerables a estos ataques despiadados e irracionales, porque por lo general no hay custodias policiales permanentes en esos centros.
En una ocasión anterior, LISTÍN DIARIO editorializó sobre la cuestión y propuso que se organice una especie de policía hospitalaria o, en su defecto, un sistema de vigilancia y protección más eficaz.
Hoy volvemos a replantear esta sugerencia, que cobra sentido de urgencia ante las denuncias del CMD, que abarcan también los casos de una doctora en San Cristóbal, otra pediatra que la mantuvieron retenida en una habitación en el hospital de Moca y el de un médico de San Juan de la Maguana a quien le rompieron un brazo.
Eso sin contar los innumerables episodios en que pacientes o sus familiares entran en discusiones y conflictos con médicos cuando creen que no son rápidamente atendidos, lo que genera un clima perturbador y peligroso para que estos profesionales puedan ejercer su misión.