Santo Domingo 19°C/21°C clear sky

Suscribete

La cuenta regresiva

El plan de regularización de los extranjeros en situación migratoria ilegal ha entrado en su recta final y es preocupante ver cómo aumentan las tensiones y las ansiedades de aquellos que, todavía, no cumplen con los requisitos para optar por una residencia o la adopción de la nacionalidad dominicana.

Durante muchos meses el país se empeñó en ofrecer todas las facilidades logísticas para que esos extranjeros acudieran al plan, tiempo suficiente para que pudieran completar la documentación requerida y evitar lo que está ocurriendo ahora: que a punto de vencerse el plazo para el cierre del proceso se registre una inusitada aglomeración de estos en los centros instalados en todo el país.

Ejercen, así, una enorme presión sobre el personal que trabaja en el plan hasta el punto de que ya se están produciendo discusiones y peleas que amenazan con derivar en un caos o, lo menos deseable, en actos de violencia que perturben la normalidad del proceso.

La Policía ha tenido que desplegar tropas antichoque para evitar que estas presiones se desborden y originen hechos lamentables. Talvez eso es lo que quieren los grupos que sistemáticamente han denunciado el “fracaso” del plan o los que apostaban a una prórroga del plazo de cierre, un empeño del que también era partícipe el mismo gobierno haitiano.

No dudamos de que hayan muchos enemigos del plan apostando al caos en la recta final, para luego tener argumentos que les permitan denunciar atropellos y desmanes por asuntos de discriminación y xenofobia, elementos que han servido de combustible para inflamar el rechazo internacional al proceso o para desacreditarlo y desvirtuarlo.

Las autoridades dominicanas han diseñado un plan de repatriación que debe de ser impecable en lo atinente al respeto de los derechos humanos de esos inmigrantes, a fin de no dar pie ni razones a los enemigos del proceso para que sobre la base de cualquier incidente o dificultad pretendan satanizar o boicotear los operativos de deportación y, en consecuencia, promover “condenas” contra nuestro país.

Tags relacionados