Frenesí de compras

Las impresionantes muchedumbres de consumidores que coparon ayer las principales tiendas y centros comerciales del país para aprovechar las atractivas ofertas del “Black Friday”o “Viernes Negro” han generado un dinamismo inusual en la economía, algo que antes se veía solamente cuando se repartía “el doble” de la Navidad. Todavía faltan algunos días para que los empleados públicos y privados reciban el sueldo 13 del año, lo que signifi ca el ingreso de miles de millones de pesos a los bolsillos de las gentes, y cabe suponer que buena parte de ese dinero ya ha sido comprometida de antemano en las compras de ayer, en gran medida por las facilidades crediticias que ofrecían los bancos comerciales en alianza con las tiendas. Uno de los rasgos más interesantes de la jornada del “Black Friday”, modalidad importada de los Estados Unidos y que ha contagiado a otros países, es la diversidad de ofertas que acompañan las rebajas. Porque se pensaría que, con solo anunciar rebajas, bastaría para suscitar la presencia de clientes ávidos de comprar cosas a mejor precio que los usuales, pero resulta que, aparte de la pura y simple reducción, las tiendas establecen unos mecanismos o facilidades de fi nanciamiento por vía de las tarjetas de crédito, a fi n de no perder ventas porque un consumidor no disponga del efectivo sufi ciente. Otro rasgo interesante es que, más que viernes negro, la tendencia a rebajar estuvo muy adelantada este año, ya que desde la semana pasada algunas tiendas promovían rebajas. Y el jueves, en la víspera del famoso día, ya muchas de ellas se encontraban abarrotadas de clientes, y el frenesí continuó ayer. Tanto ha sido el entusiasmo de unos por comprar y de otros por vender, que ya se asegura que el presente fi n de semana sigue la jornada con el llamado “Black Weekend”, manteniéndose las mismas escalas de rebajas del día clave, por si acaso queda gente que no pudo comprar nada en el momento oportuno. Cuando fi nalmente se contabilice todo lo que se negoció o se vendió tendremos una idea del verdadero impacto que esta modalidad produjo en nuestra economía, y las lecciones de comercio que se pueden aprender y aplicar en nuestro mercado para futuros “días negros”, que en realidad nunca son tales.