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TRIBUNA ABIERTA

Financiemos la educación técnica y vocacional

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Emilio Armando OlivoSanto Domingo

Es muy importante que entendamos el valor real de la educación sea cual sea esta.

Desde la hogareña a la productiva o la económica.

Creemos firmemente que en el país hoy tenemos una definición más clara de la importancia de la educación para el empleo y aún más la que nos da las herramientas para una educación y empleo digno.

Sin embargo el decir “del dicho al hecho, hay mucho trecho” tiene mucha vigencia pues necesitamos definir cada vez más acciones como: ¿Para qué y para quién educar? Creemos, que el “para qué” está medianamente definido aunque nos falta mucho ajustar cuáles son las áreas básicas para el desarrollo personal, empresarial y nacional.

A quién o “para quién educar” es la segunda pregunta y la más importante para la sociedad.

La educación superior en el país y fuera del país está diríamos, más que cubierta (no digo bien), por las acciones de los jóvenes estudiantes, sus familias, las academias superiores y el Estado dominicano que en los últimos años ha invertido miles de millones de pesos formando aquí y en el exterior. Para quien hemos formado aquí o fuera es otra historia.

Nuestra mayor inquietud es saber que la pirámide educativa necesita mayor atención en la formación de nuestra juventud, aquella que por razones tan variadas como queramos pensar no pudo seguir un tercer o sexto u octavo o bachillerato de su formación al terminar sus estudios en una comunidad rural o urbana, pequeña, mediana o grande.

Muchos de ellos hoy, por razones variables, son “ninis”, pero me permito externar lo siguiente.

Si definimos lo que es la educación técnica y la vocacional, si aclaramos que tenemos un gran Infotep que trabaja muy bien y con muchos fondos, de manera limitada sus acciones a los grandes centros urbanos, aunque con una diversidad de ofertas formativas.

Si aceptamos que incluso el Infotep tiene límites o aún mejor sus beneficiarios actuales o posibles, si tienen muchas limitaciones como veremos.

Provincias Un joven, hembra o varón, de Pedernales, Samaná, Monte Cristi o La Altagracia, de sus principales ciudades o zonas rurales, que desee educarse en el Infotep con uno de sus decenas de ofertas, tiene muchísimas limitantes empezando donde hospedarse, como pagar transporte, ropa limpia, alimentos, etcétera.

Muchos de estos programas, reitero buenos, pues nos consta, tienen que ser ofertados de la siguiente manera, a nuestro humilde entender.

Si financiamos la educación técnica y la vocacional, como se hace en algunos países, muchos jóvenes podrán optar por educarse, pues si creamos un fondo de crédito educativo a esos niveles y abierto a la población humilde, claro con los debidos reglamentos racionales, permitiría lo siguiente.

-Que nadie deje de tomar un curso formativo vocacional o técnico, de semanas a meses, si desea, por ser pobre de recursos económicos. Se le financiaría acorde a la carrera y con plazos y términos acordes a estas para su repago.

-Que pueda cubrir sus necesidades básicas si emigra a estudiar en las academias (buenas) que oferten una buena educación la que el pagará, pues podrá por lo tanto exigir calidad docente. No creo personalmente en el dao, que margina.

Si en la oportunidad.

-Que las academias no dirán que no pueden ofertar esta modalidad educativa al no disponer de los fondos para estos programas, que deben incluir residencias estudiantiles por razones formativas y de costos reales.

Sobre este tema debemos seguir comunicándonos pues es mucho lo que nos falta por hacer y no se ha hecho antes.

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